Espacialidad, cultura y religiosidad

Esta línea de trabajo explora tanto los fijos como los flujos religiosos en distintos espacios, advirtiendo el rol que juega la cultura como productora de la espacialidad. Así, los paisajes religiosos y su configuración dan cuenta —y son testigos— de procesos sociales, políticos, económicos y culturales que los exceden. Imposible disociarlos el uno del otro, imposible pensar la espacialidad religiosa al margen de estas categorías. Por eso el desafío de esta línea de trabajo es integrarlos, complejizarlos y leer esa cartografía inestable de lo sagrado que se nos presenta en nuestros trayectos cotidianos, en nuestros paisajes de todos los días. Hacia allí marcha el abordaje espacial del fenómeno religioso, redefiniendo conceptos, traspolando esquemas teóricos y metodológicos, y siempre abierto al diálogo con otras disciplinas y otros saberes.